Higiene facial: 5 pasos sencillos para una piel radiante
Una piel bonita empieza por una piel saludable. Puede parecer una obviedad, pero no es infrecuente la gente que acude a los centros de estética buscando reducir sus arrugas sin tratar antes su acné, o sus manchas, u otros problemas habituales de la piel.
Para lograr una piel saludable que saque todo su esplendor incluso antes de aplicar cualquier tratamiento antimanchas, antiacné, antigrasa, etc., es necesario que lleves a cabo una buena higiene facial, que hidrate la piel y elimine impurezas. “Sin una limpieza correcta del cutis, no lograremos una óptima asimilación de cosméticos que traten cada posible problema de la piel, y por lo tanto no obtendremos los mismos resultados”, asegura Sonia, especialista en estética en Beauty Nail Concept, con más de 15 años de experiencia.
La higiene facial paso a paso
- Limpieza: es muy importante desmaquillar nuestro rostro y nuestro cuello correctamente con un producto limpiador purificante y un disco de algodón, aunque no vayamos maquilladas. Debemos hacerlo suavemente, sin movimientos demasiado rápidos o agresivos, tomándonos el tiempo necesario, insistiendo en las zonas donde se acumulan habitualmente más restos, como los pliegues de la nariz o la línea de las pestañas. Habrás terminado cuando los discos limpiadores salgan totalmente limpios.
- Exfoliación: una o dos veces por semana, dependiendo de nuestro tipo de piel, podemos eliminar las células muertas para dar paso a las nuevas con un exfoliante. Para hacerlo bien hay que hacer un suave masaje en círculos pequeños en todo el rostro y el cuello, insistiendo en las zonas donde se acumula más cantidad de células muertas, como los pliegues de la nariz entre el labio y el mentón. Hay que evitar los ojos.
- Extracción de comedones o puntos negros: sólo debe hacerse si es estrictamente necesario, por eso es recomendable que esta parte te la haga tu especialista cuando tengas cita en el centro de estética para hacer tu mantenimiento periódico, para no dejarte marcas. Sin embargo, si tienes que hacerlo, asegúrate de cubrir la punta de tus dedos con un pañuelo o algodón limpio. Es aconsejable aplicarnos toallas mojadas calientes durante unos 30 segundos antes de la extracción para dilatar el poro. Después de este paso, en tu centro se te aplicará un masaje calmante que prepare la piel para la mascarilla.
- Mascarilla: son el alimento de la piel, la mantienen tersa e hidratada. Es el paso clave de una buena higiene facial, ya que por muchos componentes caros que tenga un producto facial, tu piel continuará igual si está deshidratada. Aplica una mascarilla adecuada sobre tu rostro, con el asesoramiento de tu esteticien, y déjala el tiempo adecuado.
- Hidratación: es el último paso, pero es muy importante. Tu esteticien te recomendará qué crema de día y de noche usar, de acuerdo con las necesidades de tu piel, para hacer un mantenimiento de tu tratamiento facial. Para pieles grasas, probablemente sea necesaria una máscara de arcilla, mientras que para pieles secas suele ser adecuada una crema hidratante o una máscara de gel. La crema de día deberá tener protección solar, o deberás usarla aparte. La crema de noche suele tener más principios activos, que actúen durante la noche.
Productos para la higiene facial
La higiene facial es algo que podemos y debemos llevar a cabo en casa, con constancia. Sonia explica que “lo ideal sería hacerlo por la mañana y por la noche, para la correcta asimilación de la crema de día con protección solar y de la crema de noche con el tratamiento que necesitemos en ese momento”.
Sin embargo, antes de perdernos por internet en busca de cremas, es importante asesorarse con un profesional cualificado. “Hay personas que llegan a nuestro centro quejándose de que no les funcionan productos muy caros, y generalmente es porque se guían de las opiniones de internet y a pesar de usar un buen producto, no están usando el adecuado a su tipo de piel”, aclara Sonia. Y no sólo eso: a veces no es necesario exfoliarse la piel o ponerse mascarilla todos los días, por ejemplo, o hay que introducir algún producto específico para potenciar el efecto de otro. Por eso, empezar cualquier rutina de higiene facial con un diagnóstico de la piel en tu centro de estética es imprescindible. “Dejándonos asesorar y llevando a cabo un mantenimiento ahorramos dinero en productos que no nos van bien y lograremos un mejor resultado sobre la piel”, añade.
Una piel no sólo es “piel grasa”, “piel seca” o “piel mixta”. Tal vez tenga tendencia a las manchas, o a los granos, o a la deshidratación. Una piel con granos no requiere el mismo limpiador facial, el mismo exfoliante o la misma crema en su rutina de higiene facial que una piel con manchas, independientemente del tratamiento concreto que se le aplique después. Si se usa un producto inadecuado, no sólo puede reducir la efectividad del resultado del tratamiento, sino que incluso puede empeorar el estado de la piel.
Tu especialista en estética te recomendará qué productos usar para cada uno de los pasos de la higiene facial dependiendo de tu piel y de cada momento concreto, dado que no siempre presenta los mismos problemas. Por ejemplo, en verano tendrá más tendencia a la deshidratación o a las manchas, mientras que en invierno otros agentes externos como el frío o la sequedad pueden hacer peligrar su equilibrio natural. Eso, sin contar problemas puntuales como un periodo de estrés o de mala alimentación, que también requieren de diagnóstico y cuidado específico.
Las gamas Esthederm
Los productos que uses para tu higiene facial diaria deben ir en consonancia con el tratamiento que estés llevando a cabo en cabina en tu centro y manteniendo en casa. Institut Esthederm tiene productos limpiadores, mascarilla, cremas de día y de noche, sérums y protectores solares para el seguimiento de cada tratamiento de la piel, haciendo que desarrolle mecanismos para mitigar agentes externos como el sol, la contaminación, las bacterias, el polvo, el frío, la sequedad, etc., más que una barrera aislante. De esta manera, potencia la capacidad de adaptación de la piel a su entorno para prevenir deshidratación, grasa excesiva, manchas, granos, etc.
Es recomendable llevar a cabo un diagnóstico facial por lo menos una vez cada dos meses en tu centro de estética (una vez al mes si tu problema es el exceso de grasa en la piel) para hacer un seguimiento. Gracias a este diagnóstico sabrás si te conviene mantener el mismo tratamiento o cambiarlo, y tu esteticien te asesorará sobre qué rutina seguir en casa y qué productos te hacen falta.
Por ejemplo, si estás siguiendo un tratamiento para prevenir las manchas, te recomendará usar el limpiador clarificante de Esthederm, o si tienes acné, te aconsejará que uses la mousse limpiadora pureza de Esthederm, por ejemplo. Para después, probablemente te recomendará usar una mascarilla nutritiva si estás siguiendo un tratamiento antifatiga o un sérum Derm-Repair si estás tratando las arrugas. Finalmente te dirá qué crema debes usar para diario, con factor de protección solar.